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PRINCIPALES DESAFÍOS AMBIENTALES TRANSFRONTERIZOS (REPÚBLICA DOMINICANA Y HAITÍ)

Actualizado: 4 may 2021


Principales desafíos ambientales transfronterizos (República Dominicana y Haití): de la supervivencia del hábitat y las responsabilidades políticas de ambas naciones.



Escrito por :Andrea Peña Cornielle, Ph.D; Stervins Alexis, Ph.D.

Centro de Estudios para Ciudades y Pueblos Sostenibles, Pedernales (cirusp), República Dominicana. acornielle@gmail.com ; alexis_faeton@yahoo.es; acornielle@cirusp.org ; salexis@cirusp.org


Introducción

La gestión de los bienes naturales y sus efectos sobre el medio ambiente y las consecuencias son a nivel planetario, y además, esos efectos se dan cada vez más a nivel mundial, tras haber sido reconocidos por los Estados. En este mundo, cada vez más global, la noción de la frontera sigue estando aún muy presente. En consecuencia, la noción de Estado, en el sentido definido por Weber, sigue siendo aún muy palpable, así como la supremacía nacional en un territorio. Considerando que la naturaleza y los ecosistemas no siguen los límites geopolíticos de los Estados, las riquezas biológicas transfronteriza definida para Republica Dominicana y Haití, siendo el contexto que nos ocupa podrían estar definida como reserva naturales transfronteriza (transfrontière). Sin embargo, su gestión está garantizada por el Estado. El término Reserve natural Transfronteriza da valor al territorio nacional y subraya la idea de que afecta a los dos lados de una frontera.

La República de Haití y la República Dominicana tienen mucho que ofrecerse mutuamente para garantizar la conservación del medio ambiente y el desarrollo económico, el cual afectará positivamente a la erradicación de la pobreza en la zona fronteriza. Si consideramos que el capital ecológico, es la base de nuestra sociedad es nuestro gran desafío un nuevo modelo de gestión entre la Republica de Haití y la Republica Dominicana, que podrá a su vez contribuir en las diferentes escalas, tanto locales, regionales como mundiales, en esta sociedad cada vez más globalizada. El territorio insular compartido entre estos dos (2) países, se distingue igualmente por una heterogeneidad orográfica y climática, que implica una variedad de zonas de vida y la existencia de una diversidad de especies y ecosistemas. Este medio ambiente común, como marco transversal de vida y de evolución de los dos pueblos de la isla, es entonces un resultante memorial del conjunto de factores concurrentes del pasado y del presente, al mismo tiempo que permite medir los potenciales de riesgos y de un desarrollo sostenible, mirando hacia el porvenir.


Desafíos medioambientales transfronterizos

La región fronteriza sufre una pérdida de biodiversidad debido al impacto de las presiones humanas. El factor determinante principal ha sido el uso de las tierras, mientras que la fragmentación de los espacios naturales, especialmente por las infraestructuras turísticas, genera pérdidas en abundancia de especies, así como el cambio climático que es un factor que hay considerar para el estudio del caso de desbordamiento del lago Enriquillo. Esos factores de presión y las principales amenazas a la biodiversidad están asociados con la expansión de la agricultura y ganadería, la expansión del desarrollo turístico y las actividades mineras que generan una conversión y/o destrucción del hábitat. Una de las mejores formas de afrontar las consecuencias para ambas naciones y en definitiva el cambio global de los patrones ambientales en la isla, consiste en dejar de obviar lo obvio y empezar a dar valor (importancia) y significado a los ecosistemas globales y locales, con especial incidencia en los ecosistemas forestales, dado su relevante papel como reservorios de carbono. En este contexto, es evidente el importante papel que ejerce los espacios naturales transfronterizos a escala insular y por ende, es fundamental preservar estos y otros ecosistemas de alto valor para la población a ambos lados de la frontera.

La isla Hispaniola o Quisqueya se encuentra en uno de los "Hotspot" de la biodiversidad que constituyen las islas del Caribe. Las investigaciones sobre la biodiversidad de la isla están lejos de completas. A nivel de ecosistemas, Haití comparte con República Dominicana bosques de pinos, bosques tropicales latifoliados, bosques secos y grandes extensiones de zonas húmedas como la región de los Lagos Enriquillo y Azuey. La zona fronteriza ofrece la representación más importante de riqueza biológica. Es la región de la isla con los hábitats naturales más singulares y están representados bajo el estatus jurídico de la Reserva de la Biosfera transfronterizo de la Selle- Jaragua-Bahoruco -Enriquillo que la Unesco acaba de declarar entre los 23 nuevos reservas en su reunión en parís entre el 12 y 15 de junio de 2017 en la región binacional. Esta nueva reserva está conformado por la reserva de la Selle decretado por la Unesco en 2012 et la reserva Jaragua-Bahoruco –Enriquillo decretado en 2002.

Sin embargo, la gestión de la biodiversidad de la isla es administrada por los gobiernos de los dos países, con políticas divergentes y marcos normativos distintos, que implican grados de conservación de los ecosistemas difíciles de comparar (la cubierta forestal en Haití se estima en un 4% del territorio, mientras que en República Dominicana es de aproximadamente 39,7%).

Los factores físicos vinculados con la riqueza de la biodiversidad de la isla se relacionan con la entidad insular favorece el desarrollo de especies aisladas, su superficie, su posición en el planeta (Trópico + medio del Caribe), su historia geológica (terremotos, volcanismo, variación del nivel del mar...), su relieve variado (de -262 m hasta 3098 m), sus diversos microclimas, sus diferentes tipos de suelo. Así la isla cuenta con 5 ecoregiones y 17 ecosistemas de interés para la conservación (Haití), 7 tipos y 45 subtipos de formaciones vegetales (República Dominicana). 6 tipos de bosques en Haití y 7 tipos en República Dominicana, 76,000 especies de plantas (37% de endemismo), 7,000 especies de plantas vasculares (36% de endemismo). Más de 2.000 especies de animales terrestres, cavernícolas, acuáticos y marinos (75% de endemismo). Una red de 35 áreas protegidas en construcción, incluyendo 1 marina y 6 otras declaradas oficialmente en Haití y 123 unidades de conservación repartidas en las 6 categorías de gestión de la UICN, que cubren aproximadamente el 25% del territorio de la República Dominicana.

A raíz de los resultados del Informe OBMEC 2017, específicamente en lo referente al Diagnostico medioambiental de la Isla, releva que Haití está actualmente en presa a una crisis ambiental crónica, que se ha intensificado durante los últimos 50 años. Se ha degradado sistemáticamente, hasta el punto de ser considerada como un factor de inseguridad alimentaria, de pobreza rural, de riesgos de propagación de enfermedades, de inundaciones, etc. (GEO, 2010; OBMCE, 2017). Por el contrario, la situación medioambiental es menos alarmante en República Dominicana, porque la República Dominicana ha podido establecer desde hace años un programa nacional a favor de la protección de su medio ambiente, incluyendo la reforestación, la substitución del carbón y la madera por el gas para cocinar, la aplicación eficaz de leyes y reglamentaciones, lo que permitió que su territorio recobrara una cobertura forestal bastante alta. Esta panorámica ambiental está reflejada desde el punto de vista territorial, a un nivel macro en los municipios limítrofes a la frontera como: Dajabón-Ounaminthe; Elías Piña-Belladere; Jimaní-Malpasse; Pedernales -Anse à Pitre.



Esta panorámica ambiental está reflejada desde el punto de vista territorial, a un nivel macro, los municipios nidos a la frontera como: Dajabón-Ounaminthe; Elías Piña-Belladere; Jimaní-Malpasse; Pedernales -Anse à Pitre.



Las fuerzas motrices de presión sobre la Biodiversidad y ecosistemas frágiles


Son múltiples y acuciantes los desafíos para ambos estados en la búsqueda de soluciones conjuntas. Las causas de la degradación del medio ambiente sobre la Isla son múltiples. Entre otras, hay que señalar: (i) las prácticas y técnicas de explotación agrícola utilizadas por los campesinos, que han tenido a menudo efectos devastadores sobre las cuencas hidrográficas; (ii) la selección de una agricultura de subsistencia que acentúa la pauperización, la dependencia de los agricultores a los recursos naturales y el exceso de explotación de éstos; (iii) el exceso de consumo de la madera para calentar y para hacer carbón como principales fuentes de energía primaria; (iv) el éxodo rural y la explosión demográfica contribuyendo a la degradación del marco urbano; (v) el déficit de infraestructuras y de servicios de base (agua, saneamiento, desechos, etc.), sobre todo en las zonas de hábitat no planificado; (vi) la falta de acceso a una educación relativa al medio ambiente en beneficio de la población; (vii) la ineficacia de los medios movilizados a favor de las acciones en materia de gestión del medio ambiente; (viii) la debilidad del marco reglamentario e intencional de establecimiento de una política medioambiental a nivel nacional. La combinación del conjunto de estos numerosos factores limitantes implica una vulnerabilidad a los riesgos múltiples para las comunidades haitianas, varias veces superior a la de la República Dominicana.

La región fronteriza sufre una pérdida de biodiversidad debido al impacto de las presiones humanas. El factor determinante principal ha sido el uso de las tierras, mientras que la fragmentación de los espacios naturales, especialmente por las infraestructuras turísticas, genera pérdidas en abundancia de especies, así como el cambio climático que es un factor que hay considerar para el estudio del caso de desbordamiento del lago Enriquillo. Esos factores de presión y las principales amenazas a la biodiversidad están asociados con la expansión de la agricultura y ganadería, la expansión del desarrollo turístico y las actividades mineras que generan una conversión y/o destrucción del hábitat. Los procesos de factores antrópicos definidos en este artículo toman cuatro conflictos ecológicos que afectan al medio ambiente transfronterizo desde una dimensión antropológica en el devenir histórico pasado y reciente, con consecuencias a veces irreversibles como son las siguientes:

  • Las inundaciones ocasionadas por la expansión de los lagos fronterizos.

  • La extracción de carbón en la frontera dominicana para comercialización en Haití.

  • El cambio climático y la sequía crónica cada vez más crítica que amenaza la viabilidad de la agricultura en los dos países.

  • Las experiencias concretas de implementación de distintas estrategias para la restauración de la cobertura arbórea.

Desde el enfoque social y ambiental, de este artículo se plantean las cuestiones siguientes:

La expansión de los dos lagos

Los impactos humanos de la expansión de los dos lagos han sido bastante parecidos. Los moradores de los dos lados de la frontera perdieron casas, parcelas agrícolas, y potreros para el ganado. También el comercio y el movimiento humano sufrieron por la inundación de las carreteras. La frontera de Jimaní constituía el eje principal del comercio fronterizo entre la República Dominicana y Haití. Este movimiento se interrumpió momentáneamente. Es decir, hay cierta homogeneidad entre los dos países con respecto a los resultados negativos de la expansión de las aguas. Pero hay una asimetría en la conducta de los dos Estados en cuanto al suministro de servicios humanitarios e infraestructurales.

La extracción ilegal de carbón

La gran mayoría de los hogares dominicanos en zonas urbanas ya cocinan con gas importado. Muchos dominicanos de zonas rurales en cambio siguen cocinando con leña extraída de bosques o de lotes de madera cercanos. La producción de carbón ya se ha convertido en una actividad mayormente ilegal en la República Dominicana. En cambio el carbón sigue siendo el combustible de preferencia en las cocinas urbanas de los sectores de clase media y pobres de Haití. Los moradores de zonas rurales siguen utilizando la leña, mayormente extraída gratuitamente de bosques o rak bwa (lotes de madera) locales. Los intermediarios lo prefieren porque una camionada de carbón transporta más energía y por lo tanto genera mayores ingresos comerciales que una camionada de leña.

La sequía amenaza la agricultura en los dos países

El cambio climático en las décadas recientes ha producido una merma pluviométrica y una sequía crónica que amenaza la viabilidad de la producción agrícola en gran parte del territorio de los dos países. Hay regiones de Haití donde los agricultores sufren de una probabilidad alta – de hasta 50% de perder sus cosechas por falta de lluvia suficiente. Ese dilema ambiental representa una amenaza más seria porque afecta todo el territorio de los dos países y amenaza con hacer no-viable la producción agrícola. Se da una asimetría en cuanto a la respuesta institucional al dilema ambiental del cambio climático. Por la falta de intervenciones parecidas en el lado haitiano, la agricultura ha dejado de ser una actividad viable en la zona de Etang Saumatre y Thomazeau. Por lo tanto se ha desencadenado un éxodo del sector agrícola. El cambio climatológico ha amenazado de manera parecida la viabilidad de la agricultura de los dos lados de la frontera. La respuesta institucional, sin embargo, ha sido distinta. La intervención de las ONG en Haití no basta, a largo plazo, para llenar la brecha de una respuesta gubernamental a los dilemas ecológicos y agrícolas.

Disminución de la cobertura arbórea

La República Dominicana goza de ventajas institucionales sobre Haití con respecto a la solución de dilemas ambientales como el suministro de agua para fines agrícolas. Sin embargo en el aspecto agroforestal comercial, la República Dominicana sufre desventajas institucionales que dificultarían la implementación de la producción de madera que se pudo, y que se podrán, emprender en Haití. Los programas que conceptualizan el árbol forestal como un recurso natural a ser protegido han logrado más éxito en la RD que en Haití por razones institucionales. Quedan más bosques naturales en el lado dominicano de la isla. Pero una estrategia alternativa que promueve la siembra de árboles forestales como cosecha que genera ingreso ha tenido, y probablemente siga teniendo, más éxito en Haití. Las políticas ambientales de la República Dominicana se caracterizan por rasgos proteccionistas y prohibitivos que dificultan la siembra de árboles forestales.





Conclusiones

Hace menos de dos siglos la presión sobre el medio ambiente en la Isla no proviene solamente de la presión demográfica, sino también de la presión de la producción a causa de demandas externas o de desigualdades internas. Asimismo el carboneo practicado y el avance de la frontera agrícola son las las principales causas de la degradación de los Ecosistemas.


Consideraciones finales y propuestas

A raíz de estas reflexiones podemos exhortar que sean cuales fuere el rol de los dos estados en afrontar los retos ambientales existentes será importante considerar que a partir de los resultados del Informe OBMEC 2017, específicamente en lo referente al Diagnostico medioambiental de la Isla y sus recomendaciones, se es imperante definir una jerarquía de tareas y estrategias a implementar para proteger y restaurar el medio ambiente y los recursos naturales de la isla.

Proponer planes, alternativas e inversiones por parte de las instituciones pertinentes para promocionar el desarrollo del capital humano. Se requieren incentivos que permitan crear las condiciones para que la agricultura sea más competitiva, mediante el cambio y la acumulación del capital natural y físico, bases para un desarrollo sostenible.

Una propuesta de fondo para lograr que aquellas prioridades se cumplan, se basa en que deben crearse las condiciones de democracia, gobernabilidad y ciudadanía para desarrollar el capital institucional, para que los agricultores y los campesinos, mejoren sus tecnologías, un mercado favorable y mejoren sus estrategias de conservación de los componentes de los ecosistemas.





Bibliografía.

A. Peña; S. Alexis; Miren Onaindia. 2014/2015. La Reserva de la Biosfera Jaragua- Bahoruco-Enriquillo, República Dominicana. Percepción del paisaje y propuesta para un uso sostenido basado en la disponibilidad de recursos naturales. Revista de la Cátedra UNESCO sobre Desarrollo Sostenible de la UPV/EHU · Nº7· 2014-2015Artículo científico: REVISTA Nº 7 (2014-2015). Pág. 117-131.

A. Peña. 2015. Informe línea de BASE. Proyecto Colaboración interuniversitaria- sociedad para la puesta en valor de los ecosistemas de las Reservas de la Biosfera de Jaragua-Bahoruco-Enriquillo (Dominicana) y La Selle (Haití) para la mejora de la calidad de vida de la población local. Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU), la Universidad de Quisqueya (Haití) y el Centro de Estudios para Ciudades y Pueblos Sostenibles (Dominicana).

OBMEC. 2017. Observatorio binacional sobre migración, medio ambiente, educación y comercio.

REVISTA Nº 7 (2014-2015). Colaboración interuniversitaria-sociedad para la puesta en valor de los ecosistemas de la Reserva de Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo (República Dominicana) y La Selle (Haití) para la mejora de la calidad de vida de la población local. ISSN: 1887-9810.

RevistaFórumdeSostenibilidad.http://www.ehu.eus/cdsea/web/index.php?option=com_content&view=article&id=1008&Itemid=100282&lang=es. La Reserva de la Biosfera Jaragua- Bahoruco-Enriquillo, República Dominicana. Percepción del paisaje y propuesta para un uso sostenido basado en la disponibilidad de recursos naturales.

A. Peña. 2015. Informe línea de BASE. Proyecto Colaboración interuniversitaria- sociedad para la puesta en valor de los ecosistemas de las Reservas de la Biosfera de Jaragua-Bahoruco-Enriquillo (Dominicana) y La Selle (Haití) para la mejora de la calidad de vida de la población local. Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU), la Universidad de Quisqueya (Haití) y el Centro de Estudios para Ciudades y Pueblos Sostenibles (Dominicana).








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